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CUANDO HAY DESPOJO DE TIERRAS, HAY UN NOTARIO CORRUPTO DETRÁS

Redacción/Sol Yucatán

“Cuando hay despojo de tierras, hay un notario corrupto detrás”, dijo el comisario ejidal de Chablekal Manuel Abán Can.

Por lo general, cuando los ejidatarios son despojados de sus tierras a los primeros que se les señala es al empresario inmobiliario y al presidente del Consejo General en turno, pero se deja a un lado al notario quien avaló las asambleas falsas.

El notario, aunque sabe que una asamblea no se lleva a cabo, se las ingenia para que aparezcan firmas en el acta.

Abán Can consideró que, aun cuando se han deshabilitado a notarios por estar coludidos con especuladores de tierras, se seguirán presentando actos de corrupción de su parte, pues no reciben una sanción penal.

En el caso de Chablekal, se han llevado a cabo asambleas viciadas, pero admitió que cuando se hicieron las investigaciones solo se fijaron en el acta de asamblea. Ahora, si el acta de asamblea está viciada y lo tiene certificado un notario es que hay corrupción también por parte del notario. “Nuestra labor no es buscar al notario, sino buscar el acta de asamblea”, manifestó

Señaló que la inhabilitación de notarios es un ejemplo para ejidatarios de voltear a ver hacia ellos y no limitarse a un acta de asamblea porque, finalmente, son los notarios los que la avalan el acta de asamblea y aunque esté viciada se podrá hacer una notificación ante la instancia correspondiente con el fin de exhibir el por qué se testificó dicha acta que fue mal hecha.

De 1986 a 2017 en Chablekal se han dado 16 asambleas de cambio de destino de las cuales fueron despojos de aproximadamente 4 mil 500 hectáreas.

“Estas operaciones no se han llevado a buen término todo ha sido por firmas recabadas, dinero dado poco a poco, con las firmas hacen otras asambleas y estas no son reales. Todas ellas son avaladas por notarios”, acusó.

Muchas veces el despojo se da cuando el comisario ejidal está coludido con el empresario. El segundo visita al poseedor del terreno y lo hostiga, ante esto el afectado acude confiadamente con el comisario ejidal, quien es cómplice del empresario y, a final de cuentas, el ejidatario pierde sus tierras.

El notario, por su parte, no sabe si las tierras están de manera ilegal. Solo se ocupa de certificar, aunque esté mal la asamblea.

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