DESPOJO DE EMPRESARIOS

En un hecho histórico, la casa ejidal de Sodzil Norte fue vendida a un grupo de empresarios hoteleros quienes levantan un imponente complejo residencial de lujo.

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  • Sabbia Loft, con respaldo del Gobierno del Estado, prácticamente obligo a los ejidatarios a vender la propiedad donde se iba a habilitar un edificio comunitario
  • El valor comercial del inmueble por el terreno sería de 54 millones de pesos, pero se habría vendido en 8 millones 750 mil pesos, siete veces menos al valor real

Redacción/Sol Yucatán

En un hecho sin precedente en Yucatán, el comisario ejidal del ejido de Sodzil Norte vendió la casa ejidal ubicada en la esquina de la calle 25 con 38, a espaldas del casco de la hacienda, de la subcomisaría ubicada en el Norte de Mérida.

De esta manera, los campesinos no tienen un lugar donde realizar sus reuniones, dado que aunque ya vendieron el 100 por ciento de sus tierras a empresarios del ramo inmobiliario, el ejido aún no está extinto por las autoridades agrarias.

Cada tres meses se realizan juntas en el parque de la comunidad o en una casa particular.

Sodzil (tierra de murciélagos), es una de las zonas con más alta plusvalía, debido a que con el crecimiento exponencial de la Ciudad quedó enclavada en un lugar privilegiado cerca de plazas comerciales, hospitales, etc.

De acuerdo con la inmobiliaria Lamudi México, el metro cuadrado en Sodzil Norte oscila entre los 12 mil a 20 mil pesos, en el caso de la casa ejidal que está antes de periférico a un costado de la hacienda, el metro cuadrado se cotiza en 18 mil pesos por metro cuadrado, debido a que son muy pocos los terrenos que se encuentra antes del anillo periférico de la Ciudad en el Norte.

El inmueble fue adquirido por el consorcio hotelero Sabbia Loft, quien construye un edificio de cinco pisos con el concepto Town House.

La empresa ya comenzó a comercializar los departamentos donde el más económico tiene un costo de 2.8 millones de pesos.

De acuerdo con Jacinto Sosa Novelo, ex delegado de la Procuraduría Agraria en Yucatán, consultado por Sol Yucatán, la operación habría sido al margen de la ilegalidad dado que no es posible vender la casa ejidal, debido a que el ejido aún tiene a salvo sus derechos y obligaciones, a pesar de que ya no cuenten con tierras.

Además, esos lugares son considerados patrimonio y están catalogados como edificios históricos por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), debido a que tienen más de 100 años de antigüedad.

De acuerdo con la información proporcionada por ejidatarios, la venta fue realizada por el ex comisario ejidal Alfonso Catzín, alias “Chikin”, en la operación intervino personal del gobierno del estado, en específico de la Secretaría de Fomento Turístico a cargo de Michelle Friedman.

La venta de las tierras fue a finales del 2020 y formaría parte de un mega proyecto que beneficiaría a los habitantes de la comunidad, es decir, era parte del complejo de hoteles que se edificarían en las inmediaciones del estadio Sostenible de Yucatán, dado que la propiedad se ubica a unos cuantos metros de ese lugar por donde pasaría una avenida que comunicaría con el complejo deportivo.

Lo que llama la atención, es que los terrenos fueron adquiridos un año antes del anuncio de la construcción del estadio, lo que catapultaría el valor de las propiedades de esa zona.

El terreno mide 30 metros de frente por 100 de largo, es decir, 3 mil metros cuadrados, de acuerdo a la cotización de la empresa Lamudi México, el valor comercial del inmueble por el terreno sería de 54 millones de pesos.

Según los propios ejidatarios a cada uno de los 175 campesinos les tocó 50 mil pesos por la venta de la casa ejidal y sus terrenos, es decir, se habrían vendido en 8 millones 750 mil pesos, siete veces menos al valor real.

La construcción está parada debido a que está clausurada por parte de inspectores del Ayuntamiento de Mérida.

Según los propios vecinos, los habitantes de casas residenciales ubicadas a un costado de la construcción se quejaron ante las autoridades municipales por el excesivo ruido y las vibraciones de la maquinaria.

La obra ya ha sido clausurada en cinco ocasiones y ha sido escenario de dos accidentes de construcción, apenas el 23 de octubre pasado se desplomó un muro en construcción en el quinto piso, un albañil resultó herido.

Lo que antes era la oficina de la casa ejidal ahora es bodega donde se resguarda parte del material de construcción y sirve como caseta de vigilancia.

Uno de los empleados de seguridad indicó al reportero de este medio que se tiene estimado que se concluya en un año y que la casa ejidal se remozaría y quedaría como recepción.

Doña Concepción Pech, quien vive a unos cuantos metros de la casa ejidal, indicó que el gobierno metió mano y presionó para que el comisario ejidal vendiera la casa ejidal.

Aseguró que antes de la pandemia el inmueble ya se había donado de palabra a la comunidad y en ese lugar se iba a construir una sala de fiestas vecinal.

Aseguró que se juntaron firmas y gente del Ayuntamiento hizo varias reuniones donde se dijo que se habilitaría como un edificio público para la comunidad, sin embargo, de repente supimos que la casa ejidal ya se había vendido.

De acuerdo con Sosa Novelo, el caso de Sodzil Norte, sería histórico debido a que no tiene conocimiento que una casa ejidal hubiera sido vendida, por lo general estos edificios le sirven a la comunidad, pero no para su venta a empresarios.

Ante el crecimiento de la Ciudad Sodzil, fue absorbida por la urbanización al grado de que ya no cuenta con terrenos ejidales, comisarías como Santa Getrudis Copó, Xcumpich, Dzityá, Temozón, Komchén, Chablekal, están a punto de correr con la misma suerte ante el crecimiento de Mérida y la llegada de más habitantes en busca de la seguridad que promocionan las autoridades estatales y ante la voracidad de la mafia inmobiliaria donde están involucrados políticos, empresarios y funcionarios públicos de primer nivel.

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