La violenta lucha que mantienen los cárteles de Sinaloa y CJNG se extendió hasta Ecuador donde las bandas locales han emulado el estilo sanguinario de los capos mexicanos
José Sánchez López/Corresponsalías Nacionales/Grupo Sol Corporativo
(Tercera y última parte)
Ecuador.- De acuerdo a reportes de la policía local ecuatoriana, Los Águilas es una banda delictiva que está alineada a Los Choneros y tiene una amplia presencia en distintos pabellones de la Penitenciaría del Litoral.
Asimismo, Los Choneros es un grupo criminal surgido en Chone, una ciudad de la provincia de Manabí, al oeste de Ecuador. En el año 2000 había extendido sus operaciones y se había convertido en el brazo armado del Clan del Golfo, con conexiones en México y Estados Unidos, y fue en esa época que el Cártel de Sinaloa llegó a Ecuador, según reportes oficiales.
No obstante, esa violencia imbuida por los narcos mexicanos y asimilada por los grupos criminales ecuatorianos, originaron que los asesinatos, revestidos con singlar saña e incluso atentados con tintes terroristas para generar miedo y caos, aumentaran más del 100 por ciento de acuerdo al Ministerio de Gobierno de Ecuador.
“La violencia que estamos padeciendo no se había registrado en Ecuador. Hace no mucho éramos zona de paz; sin embargo, ahora lamentablemente nuestra sociedad está padeciendo esta narcoviolencia asociada al narcotráfico mexicano”, dijo el mandatario Lasso Mendoza.
Reportes de inteligencia militar ecuatoriana detallan que la violenta lucha que mantienen los cárteles de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación se extendió hasta su país donde las bandas locales han emulado el estilo sanguinario de los capos mexicanos.
El cártel de Sinaloa se hizo de los servicios de Los Choneros que desde hace dos décadas operan en el sur de Ecuador, mientras que CJNG tiene como brazos armados a Los Lobos, Los Lagartos y Los Tiguerones que mantienen fuerte presencia en diversos departamentos del país, con control del narcomenudeo, la extorsión, el contrabando y las ejecuciones.
Otra situación que surgió a raíz de los golpes a las estructuras criminales, derivó en otro problema, la saturación de cárceles pues hasta ahí llegaron los tentáculos de los cárteles mexicanos que ahora controlan las principales penitenciarías del país, lo que ha ocasionado decenas de reclusos muertos.
Muestra de ello es que de los más de 40 mil presos de las cárceles de Ecuador, 25 mil forman parte de las bandas que trabajan para el CDS y el CJNG, señala un informe de la Coordinación de Seguridad Penitenciaría de la Policía.
El periodista ecuatoriano Arturo Torres, que ha investigado los vínculos entre los cárteles mexicanos y las mafias de la región, dice que las huestes locales que trabajan para los narcotraficantes mexicanos superan por mucho a los efectivos del ejército ecuatoriano.
Los miembros del Ejército de Ecuador no rebasan el número de 30 mil, mientras que, conservadoramente, se estima que los integrantes de los diferentes grupos de narcos locales, adiestrados, asesorados y bajo las órdenes de los dos cárteles mexicanos más poderosos a nivel internacional: Sinaloa y Jalisco suman más de 40 mil.