*Cínico el hoy ex Secretario Ejecutivo del Instituto Nacional Electoral, quien permaneció casi 15 años en el cargo.
*No es monarquía, sostiene el Presidente
Fabiola Nava / So Yucatán
“Cinicazo” llamó el presidente Andrés Manuel López Obrador a Jacobo Molina, quien con la entrada en vigor del Plan B en materia electoral dejó de ser Secretario Ejecutivo del Instituto Nacional Electoral, cargo que ocupaba desde hace más de 14 años, incluso mostró el salario que percibía que era de 166 mil 759 pesos mensuales netos.
Insistió en que la Ley Electoral que están impugnando no afecta en nada el funcionamiento del INE y lo que propone es obtener algunos ahorros.
El Ejecutivo no descartó que los opositores a las reformas secundarias ganen en la Suprema Corte, si se toma en cuenta la composición del máximo tribunal. “A lo mejor quiere tener empleo de manera vitalicia, se le olvida que vivimos en una República, no en una monarquía, si se hace una reforma y ya se considera que un cargo como el que él desempeñaba es innecesario y que hay que ahorrar, ¡15 años y todavía se atreve a ir a quejarse!.
Reconoció que “es muy probable que el Poder Judicial anule la ley electoral y él regrese su cargo y pueda regresar otros 15 años, Porfirio tardó 30, más 4 del compadre 34, me refiero a Porfirio Díaz, no, está re bien así, no, son unos cinicazos”.
López Obrador negó que haya llegado a la Presidencia gracias al INE; “¡no!, en contra del INE, el presidente del INE y todos sus colaboradores, hasta ayudaban en los adversarios en el debate, se ponían de acuerdo para cómo facilitarles el debate, no se acuerdan que habían moderadores y decidían sobre el formato, y de repente, como en Estados Unidos, el presidente Trump que era candidato fue y se le paró enfrente a la señora Clinton, permitieron ese formato los del INE para que Ricardo Anaya se me parara enfrente, fue cuando dije ¡eh, detente!, y saqué la cartera; pero todo esto convenido con ellos”.
También recordó que en un debate presidencial “aparece una señora muy bella con escote para escoger los números en el sorteo, venía directo conmigo, y agarré e hice (mira a otro lado) porque lo que estaban era buscando era trampearme, o sea, qué autoridad moral, qué independencia”.
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