Redacción/Sol Yucatán
- Joaquín “Huacho” Díaz Mena, precandidato de Morena y sus aliados al Gobierno del Estado, se está confiando del arraigo que tiene el partido guinda en Yucatán, lo cual podría pagar muy caro.
- A una semana del inicio de las precampañas gubernamentales, el ex delegado de la Secretaría del Bienestar no ha organizado ni un solo encuentro con la militancia en la entidad.
Desde que recibió la constancia como precandidato viajó a la Ciudad de México donde permaneció toda la semana.
Contrario a sus rivales políticos, Renán Barrera Concha y Vida Gómez, abanderados de la colación PAN-PRI-PRD y de Movimiento Ciudadano, respectivamente, quienes han realizado encuentros con su militancia en diversos municipios de Yucatán.
Asimismo, ha guardado silencio por la agresión de gente de la estructura de Rommel Pacheco a morenistas, cuando el ex panista acudió a registrarse como precandidato a la alcaldía de Mérida.
En el 2018, tras su derrota, Díaz Mena dijo que lo que le faltó era tiempo, para recorrer el Estado y hacer campaña, sin embargo, ahora el tiempo es lo que está desperdiciando con viajes a la capital del país al puro estilo del actual gobernador de Yucatán, quien se la vive viajando y al Estado lo tiene en el abandono.
El morenista se confía del arraigo que tiene el partido y de su trabajo que realizó cuando fue delegado de la Secretaría del Bienestar en Yucatán, pero esto lo podría pagar caro con una derrota y su muerte política.
Hay que recordar que la semana pasada Claudia Sheinbaum, precandidata de Morena a la presidencia del país, dijo que en Yucatán, Morena estaba prácticamente al 2 por 1, ventaja que Díaz Mena debe de conservar si quiere que Morena gane la gubernatura y gobierne todo el sureste del país.
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