Megaproyectos a medías
- Golpe de Tecla
Por Noé Zavaleta
El sexenio de la Cuarta Transformación ya entró en su recta final. Con sus afines, el presidente, Andrés Manuel López Obrador y el gabinete legal y ampliado celebraron con “bombos y platillos” durante 72 horas en Campeche, Yucatán y Quintana Roo cinco años de tener las riendas de este país. Un informe sin mayores señales políticas de sucesión, pero sí con el clásico refrendo de despreció a la oposición.
Quinta glosa del informe en donde se presumieron logros que aún están en veremos y que por ahora, no son la panacea de los problemas de la nación: Se dijo -por ejemplo- que mientras se daba el quinto informe de labores, la Refinería Olmeca Dos Bocas en Paraíso, Tabasco empezaba a refinar sus primeros litros; una mentira piadosa, cuando el gran complejo petroquímico continua en periodo de pruebas. Y es que el famoso “primer litro refinado” sólo fue para la fotografía de la Secretaría de Energía, Roció Nahle, cuyo “destino”, ella misma lo ha dicho, será ser candidata de Morena al gobierno de Veracruz.
Acto seguido, y para continuar con la salutación del quinto informe presidencial, gobernadores de Morena, PAN y hasta del Movimiento Ciudadano se aventaron un trayecto de diez horas en el primer tramo del Tren Maya, para recorrer menos de 60 kilómetros a una velocidad de 60 kilómetros. Aunque se tenía previsto que se tardaran una hora en completar el recorrido, el llamado periodo de pruebas -el mismo que en Dos Bocas- retrasó el arribo a la estación de Hecelchakán.
De acuerdo con el Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur), cuando funcione en su totalidad, el Tren Maya tendrá un total de mil 554 kilómetros de vías, para atravesar los estados de Chiapas, Campeche, Tabasco, Yucatán y Quintana Roo. Hasta ahora, y después de haber visto los periodos de prueba durante tres días, se antoja un poco difícil, que la expectativa se acomode a la realidad.
Se verá en diciembre, si la Cuarta Transformación cumplió y le cayó a miles de personas, periodistas, críticos y opositores el hocico. O el famoso Tren Maya solo se quedó en un catálogo de buenas intenciones.
Otro mega proyecto que continua en “veremos”, es el del Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec (CIIT), conocido como Corredor Transístmico. De los seis parques industriales que se prometieron construir en los puntos costeros de Oaxaca y Veracruz hasta ahora no hay los cimientos sólidos de uno solo.
En cuanto al avance carretero y de vías férreas desde el Puerto de Coatzacoalcos en Veracruz, hasta el de Salina Cruz en Oaxaca, solo hubo reparación y remozamiento de vías férreas ya oxidadas y algunos parches en las carreteras y autopistas más visibles, que son las que une al llamado Itsmo de Tehuantepec.
En los municipios del sur de Veracruz: Coatzacoalcos, Minatitlán, Nanchital y Cosoleacaque, los alcaldes morenistas muestran desilusión pues muchos de las promesas de campaña vertidas en los comicios del 2021 descansaban sobre dicho proyecto, el cual, al menos en papel, avizoraba más de diez mil empleos directo y más de quince empleos indirectos para el sur de Veracruz. Estos empleos, a un año que acabe el actual sexenio no han sido aterrizados.
Peor aún, la cuenca del Papaloapan y la región del Itsmo continúan siendo una región golpeada por el narcotráfico, el huachicoleo, el cobro de piso a manos del crimen organizado y la falta de inversión por parte de la iniciativa privada.
En los “malabares” para justificar el porque no ha aterrizado uno de los proyectos cumbre de este sexenio, al menos en Veracruz, el Secretario de Desarrollo Económico, Enrique Nachón García suele justificar que “no son atrasos”, sino “proyectos a largo plazo”.
“Es un proyecto a largo plazo. Y si no se aterrizan bien, a la larga pueden tener graves consecuencias. Los terrenos ya están listos, estamos capacitando gente, hay interés de muchas empresas, estamos en la última milla (sic). Tenemos los cinco parques industriales en el sur de Veracruz”, dice Nachón, quien de plano reconoce, que los parques ahí están, solo faltan -nada más- las empresas que quieran asentarse.
Una situación similar ocurrió con el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) que duró casi año y medio vació (marzo 2022-julio2023), con vuelos esporádicos, aeronaves que despegaban semi vacías, vuelos cancelados o reagendados por considerarlos poco rentables; hasta qué, desde el Gobierno Federal se “sugirió” -por no decir obligar- a varias Aerolíneas a dejar de operar en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México “Benito Juárez” y en la Terminal 2 y mudarse al Felipe Ángeles.
Renuente, pero visiblemente irritados, los directivos de Aeroméxico dijeron “adiós” al Benito Juárez y ahora solo operan desde el AIFA y Terminal 2. Y es que, aunque el AIFA es un aeropuerto bonito, lujoso, cómodo, continua sin tener vías de acceso que realmente valgan la pena, dinamicen la llegada e inclusive sean seguras, con ello, de la alta incidencia delictiva en el Estado de México, en especial en la región de Zumpango.
Con estas cuatro aristas por cumplir: que refine bien Dos Bocas, que se concluya el Tren Maya, que sea rentable el Corredor Transístmico y que despegue el AIFA, sólo así, el Gobierno de la Cuarta Transformación podrá decir a los más de 120 millones de mexicanos que cumplió con sus encomiendas.