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SALVADOR CIENFUEGOS: EL CAPO DE LA SEDENA

*​Con base en una investigación realizada por la DEA y el Departamento de Justicia de Estados Unidos, el General Salvador Cienfuegos, quien fue secretario de la Defensa Nacional en el gobierno de Enrique Peña Nieto, se vinculó al Cártel H-2, encabezado hasta 2017 por el capo Francisco Patrón Sánchez

Corresponsalías Nacionales/Grupo Sol Corporativo

(Primera de tres partes)

Ciudad de México.— Tuvieron que pasar más de dos décadas para que la estructura de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) volviera a cimbrarse con la captura de uno de sus más altos mandos: El General Salvador Cienfuegos Zepeda, ex secretario de la Defensa durante el gobierno de Enrique Peña Nieto, capturado en el aeropuerto de Los Ángeles, California en 2020.

​Cienfuegos Zepeda fue acusado de estar ligado al Cártel H-2, que hasta 2017 era encabezado por el capo Juan Francisco Patrón Sánchez, quien controlaba las plazas de Nayarit y Sinaloa, con quien presuntamente el militar estuvo ligado para facilitarle el tráfico de heroína, cocaína, marihuana y metanfetaminas a Estados Unidos.

​Patrón Sánchez –el H-2 –fue abatido por efectivos de la Marina el 9 de febrero de 2017. Aquel enfrentamiento, según los detalles del caso, no fue planeado para capturar al capo sino para exterminarlo.

Para ello, la Marina utilizó un helicóptero artillado y procedieron a rafaguear el lugar donde se escondía el narcotraficante que, según las autoridades, encabezada una célula que en realidad era una rama de la organización Beltrán Leyva.

​En aquel enfrentamiento, la Marina informó que fallecieron ocho presuntos criminales, entre ellos, Juan N –El H-2– Ningún marino resultó lesionado. Así se acabó la etapa de esplendor del capo ligado a Cienfuegos Zepeda, con quien mantuvo una amplia comunicación.

La Blackberry del general es la prueba más contundente que tiene el Departamento de Justicia de Estados Unidos y la DEA, ya que, según se sabe ahora, los mensajes fueron intervenidos por las autoridades norteamericanas que, se asegura, comenzaron a investigar al general desde el año 2018 y apenas en agosto pasado le libraron la orden internacional de captura.

​Como General de División, Cienfuegos Zepeda construyó una larga carrera militar: Nació en la Ciudad de México el 14 de junio de 1948. Inició su carrera en 1964, cuando tenía 16 años, en el Heroico Colegio Militar, donde hizo cursos para ser oficial. Complementó su carrera en la Escuela Superior de Guerra y en el Colegio de la Defensa Nacional.

​Sus ascensos lo llevaron a comandar un batallón de infantería, así como cinco regiones militares; también fue director del Colegio Militar, inspector y contralor general del Ejército y Fuerza Aérea, así como oficial mayor de la Secretaría de la Defensa Nacional.

​A lo largo de su carrera militar construida a lo largo de cincuenta años, Cienfuegos Zepeda fue ampliamente reconocido y condecorado. Le otorgaron, por ejemplo, la Legión de Honor, premio a la perseverancia extraordinaria, Servicios Distinguidos y Mérito Docente, los cuales se otorgan solamente a los altos jefes militares.

​Tras el triunfo de Enrique Peña Nieto en 2012, el entonces presidente electo lo nombró secretario de la Defensa Nacional. Tenía los méritos para ello: Era dueño de una carrera militar completa, había ocupado casi todos los largos y se le reconocía como un hombre de experiencia.

​Por ello, como titular de la Sedena, Salvador Cienfuegos fue parte de la estrategia de seguridad que combatió al narcotráfico e implementó una estrategia para enfrentar a los diversos Cárteles de la droga.

​Bajo su mando, sin embargo, la Sedena se vio envuelta en serios escándalos por violaciones a los derechos humanos.

Entre otros casos que fueron considerados como violaciones legales y exceso de fuerza destacan el fusilamiento de 22 civiles en Tlatlaya, la tortura de una mujer en Guerrero a cargo de personal del Ejército y la desaparición forzada de los 43 normalistas de Ayotzinapa, en septiembre de 2014, en Iguala, Guerrero.

​En este último caso, que está aún bajo investigación de las autoridades, las indagaciones ya abrieron líneas de investigación que apuntan hacia la presunta participación de elementos militares en la desaparición y muerte de los estudiantes. Durante el gobierno de Peña Nieto se ocultó información sobre el caso y se dijo que no había evidencia de la participación del Ejército.

​El último gran escándalo donde se vio envuelto un general en el narcotráfico ocurrió en 1997, cuando la Sedena abrió investigaciones para procesar a Jesús Gutiérrez Rebollo por sus vínculos con el capo Amado Carrillo Fuentes.

​Gutiérrez Rebollo –al igual que Salvador Cienfuegos Zepeda– fue jefe de la Quinta Región Militar, con sede en Jalisco. En esa posición se relacionó con Amado Carrillo, quien entonces dirigía el Cártel de Juárez.

​Según las investigaciones que, entonces, realizó la PGR, Carrillo Fuentes le pagaba a Gutiérrez Rebollo para que persiguiera a los cárteles rivales y así fue como el cártel del Golfo y el de Tijuana –encabezados por Juan García Ábrego y los hermanos Arellano Félix, respectivamente– fueron combatidos por el militar, quien por esos embates ganó prestigio y reconocimiento, tanto, que fue nombrado Zar antidrogas por el entonces presidente Ernesto Zedillo

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