ZACATECAS: ENTRE EL CRIMEN Y LA IMPOTENCIA OFICIAL
- En Zacatecas la paz se niega a instalarse: El crimen organizado sigue causando estragos por su violencia imparable, mientras las autoridades, encabezadas por el gobernador David Monreal, se muestran rebasadas e impotentes ante la escandalosa ola de criminalidad
- El territorio está bajo disputa de al menos cuatro cárteles –Jalisco, Sinaloa, Golfo y Noreste– que a sangre y fuego pretenden apoderarse del territorio, uno de los más codiciados por el crimen organizado
- Pese a la multiplicada presencia de la Guardia Nacional y de efectivos militares, la violencia no ceja: Todos los días ocurren matanzas y levantones en presencia de las fuerzas del orden, que hasta ahora se han mostrado ineficientes para contener la violencia
Ricardo Ravelo | La Opinión de México | Sol Quintana Roo | Sol Yucatán | Sol Campeche
(Primera de cinco partes)
Ciudad de México.- Zacatecas no puede recuperar la tranquilidad: Apenas la semana pasada fueron asesinadas 18 personas, como consecuencia de la cruenta guerra que enfrentan en ese territorio los cárteles de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación, agrupaciones criminales que se disputan a sangre y fuego el control de las principales rutas de la droga.
El Gobierno del Estado que encabeza David Monreal Ávila se ha mostrado impotente, rebasado por las circunstancias, pues el territorio no ha podido ser pacificado ni siquiera por la multiplicada presencia de elementos de la Guardia Nacional y de la Secretaría de la Defensa Nacional, quienes arribaron a ese Estado ante el elevado clima de violencia.
Pese a los patrullajes de los militares, la tranquilidad no ha podido establecerse en ese Estado, clave por su ubicación geográfica para el trasiego de enervantes hacia Estados Unidos.
Es precisamente Zacatecas la joya de la corona que se disputan varios cárteles, entre otros, el del Golfo, Noreste y lo que queda de Los Zetas; sin embargo, los enfrentamientos más agresivos que han detonado la violencia de alto impacto la están generando los cárteles de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación, que pretenden apoderarse del control del Estado: Sus recursos naturales, el secuestro, las extorsiones y más de veinte actividades delictivas que han puesto en marcha en el Estado desde hace varios años.